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Reconozco que este puede ser un tema muy emotivo. Dios es completamente soberano, y Él (a través de Cristo) es el “Príncipe” y autor de toda vida (Hechos 3:15). Él puede, por supuesto, actuar sobrenatural y providencialmente hoy en asuntos de Su propio tiempo y elección. Pero también dese cuenta de que las curaciones milagrosas fueron numerosas y generalizadas mientras Jesús estuvo aquí en la tierra porque sirvieron para confirmar Su autoridad sobre todas las cosas (la naturaleza, la salud e incluso la muerte misma) y para confirmar Su afirmación de deidad. Las curaciones milagrosas también sirvieron para demostrar Su habilidad para revertir la caída de la humanidad (la maldición, ver Génesis 3).
Las curaciones milagrosas continuaron durante un período de tiempo en la iglesia primitiva y una vez más sirvieron para los siguientes propósitos:
- Confirmó la autoridad de los apóstoles,
- Continuidad demostrada tanto del mensaje como del poder de Cristo (es decir, Su muerte no afectó Su poder), y
- Continuaron sirviendo como una manifestación física de Jesús restaurando todas las cosas (es decir, revirtiendo la caída/maldición de la humanidad).
Tenga en cuenta también que los discípulos fueron muy cuidadosos y claros al atribuir todos los milagros (y el poder para realizarlos) a Cristo, no a ellos mismos o hechos por su propio poder o piedad. De algunos de los primeros escritos de los santos, vemos que los milagros continuaron en varios lugares en varios momentos durante los siguientes 200 años. Pero debemos reconocer que tales eventos hoy son la excepción y no la regla. Con suerte, uno no se deja engañar por los “sanadores milagrosos” realizados en la televisión (o en otros lugares). [1]
[1] Vea también: Jackson, Wayne. “What Does the Bible Say About Miracles?” ChristianCourier.com. Fecha de Acceso: Noviembre 8, 2018. https://christiancourier.com/articles/what-does-the-bible-say-about-miracles