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En la época en que vivió Jesús, prevalecía la posesión demoníaca y los espíritus demoníacos entraban y poseían tanto a los humanos como a los animales. Sin embargo, este fenómeno fue temporal y se localizó en el tiempo del ministerio de Jesús en la tierra, únicamente para demostrar Su autoridad sobre los poderes y las fuerzas de las tinieblas y el mal (Satanás y sus demonios).
La superstición moderna y la creencia en la posesión demoníaca y la práctica del “exorcismo” hoy en día no son bíblicas. La Iglesia Católica Romana y las iglesias pentecostales (carismáticas), en particular, son conocidas por este tipo de sensacionalismo y prácticas supersticiosas; pero es simplemente una más de sus muchas falsas doctrinas/falsas enseñanzas que provienen del paganismo, no del verdadero cristianismo de la Biblia del Nuevo Testamento.
Wayne Jackson escribe: [1]
¿Entran los espíritus malignos en los cuerpos humanos y afligen a la gente hoy? Confiadamente afirmo que no. Sin embargo, desafortunadamente, algunos escritores modernos han argumentado que la actividad demoníaca sigue siendo parte del medio ambiente de la Tierra.
Charles Ryrie sostuvo que ciertos “ángeles caídos” son “todavía libres para vagar por la tierra como demonios que llevan a cabo los designios de Satanás” (1959, 296)[2]
Merrill Unger, un erudito respetado, subtituló su libro, Demonología bíblica, “Un Estudio de las Fuerzas Espirituales Detrás del Malestar Mundial Actual”. [3]
Y hace varios años un libro titulado UFOs, Satan and Evolution (OVNIS, Satanás y Evolución) disfrutó de una circulación limitada en la comunidad evangélica. En él, el autor afirmó que cientos de visitas de ovnis a la Tierra representaban una invasión de demonios. Citó un “ejemplo” en el que un demonio violó a una mujer, ¡una hazaña interesante para un espíritu! El hecho de que un destacado creacionista escribiera el prólogo de este fiasco literario sigue siendo un misterio inexplicable.
La posición de que la posesión demoníaca no existe hoy en día se puede argumentar desde una doble base. Primero, un estudio cuidadoso de los detalles asociados con los llamados ejemplos modernos de habitación demoníaca revela que estos casos no se parecen a los ejemplos genuinos de posesión espiritual descritos en el Nuevo Testamento. El contraste es dramático.
Segundo, una consideración de ciertos datos presentados en el Nuevo Testamento conduce únicamente a la conclusión de que la posesión demoníaca fue una experiencia del primer siglo; fue permitido por una razón muy específica, y la concesión divina fue suspendida cerca del final de la era apostólica.
[1] Jackson, Wayne. “Demons: Ancient Superstition or Historical Reality?” ChristianCourier.com. Fecha de Acceso: Noviembre 8, 2018. https://christiancourier.com/articles/demons-ancient-superstition-or-historical-reality
[2] Ryrie, Charles C. 1959. Biblical Theology of the New Testament. Chicago, IL: Moody.
[3] Unger, Merrill F. 1952. Biblical Demonology. Wheaton, IL: Scripture Press.